cuerpo a cuerpo

Hay un momento en el espacio
en que no hay nadie.
Ni luz, ni sombra,
ni aire, ni memoria
ni estamos ubicados en el mapa
ni hay censo que nos guarde.


Hay un momento en el espacio
que no hay tiempo
ni reloj, ni medida
ni agenda, ni pasado
ni antes, ni ayer, ni luego,
ni mañana o futuro.


Hay un momento en el espacio
en que no hay ente,
donde ni tu ni yo somos,
la identidad no existe;
dos seres: solo uno
perdidos por la carne.

Donde el deseo es el amo,
latiendo: cuerpo a cuerpo.